PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA DEMOCRACIA (1ª Parte)

En estos momentos uno de los debates importantes se centra en como desarrollar una mayor conciencia cívica, motivando e implicando cada vez más a los ciudadanos en el quehacer de sus administraciones públicas, como forma de exigir más eficiencia, responsabilidad y honestidad en la gestión de las instituciones sobre todo locales, es decir, de los Ayuntamientos. Por ello, con este artículo IVIA se une al debate planteando además propuestas que serán un compromiso en su programa político y electoral.

La Política municipal de IVIA sobre Participación Ciudadana contempla cuatro aspectos fundamentales:

-Reforma de La Ley Electoral y la Ley de Bases del Régimen Local.

-Control de La Gestión pública municipal.

-Mayor Descentralización del Ayuntamiento.

-Relación Ayuntamiento con Entidades y Asociaciones Ciudadanas.

Según La Constitución Española en su Art. 23: “los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.”

En la situación actual cada vez se reclama con más fuerza la necesidad de la intervención de la sociedad civil en los asuntos públicos, por una parte, por el descrédito de partidos y clase política en general, y por otra, ante la corrupción cada vez más extendida y la necesidad de controlar la gestión de gobiernos centrales, autonómicos o locales.

Uno de los aspectos más relevantes de la participación ciudadana en la democracia son sin duda las elecciones generales, autonómicas y locales, en la que los ciudadanos con su voto delegan o depositan su confianza en partidos políticos que son los que designan realmente a los candidatos. Los partidos internamente eligen o designan a sus candidatos, el ciudadano lo que hace es votar a través de listas cerradas y bloqueadas a los diferentes partidos que se presentan.

En lo que respecta a las elecciones locales en nuestro Municipio, los partidos mayoritarios PP y PSOE con una militancia que escasamente superan las cien personas controladas además por reducidos grupos de dirección, son los que realmente deciden quienes van a ser Alcalde y Concejales, o bien, vienen impuestos por sus direcciones autonómicas o nacionales. Los vecinos del municipio se limitan a depositar su confianza en unas siglas con un programa electoral que en muchos casos no se cumple, sin poder intervenir de ninguna forma en quién consideran que reúne las condiciones de capacidad y honestidad, o sencillamente los de su preferencia particular, para ser su Alcalde o Concejal. En pocas palabras a los vecinos se nos sustrae la posibilidad de decidir quién queremos para Alcalde o Concejales; a quién queremos como gestores de nuestros recursos económicos y patrimoniales.

Como se ve todo se establece en beneficio de los Partidos políticos mayoritarios para asegurar la permanencia del sistema Bipartidista y la mayoría absoluta que en nuestro país tanta corrupción generan y tanto perjudican a la población, distanciando cada vez más a la clase política de la ciudadanía. Esta situación en Alcorcón y en lo que se refiere a las Elecciones Locales para el Ayuntamiento hay que cambiarla.

En este escenario IVIA reclama y apoya las propuestas por una reforma de La Ley Electoral y de la Ley de Bases de Régimen Local, cambiando entre otras cosas, el sistema de distribución de cargos públicos (Ley D´hont) por otro que garantice una distribución de votos más representativa y democrática, introduciendo Listas Abiertas en las que se pueda votar a los candidatos independientemente del orden que ocupen en la lista; Elección Directa del Alcalde separada de la elección de concejales (Art. 140 de La Constitución Española); así como mecanismos concretos para el Control de La Gestión Municipal y mayor desarrollo de La Descentralización Municipal.

En este sentido, La Participación Ciudadana en la democracia consiste no solo en delegar nuestra representación o confianza en partidos políticos en las elecciones y en algunos casos participar con nuestra presencia en organismos institucionales, sino además y sobre todo, tiene que ser tener capacidad de decisión y control en la administración de los impuestos que pagamos, es decir, capacidad de decisión y control sobre la gestión municipal.

En raras ocasiones se ejerce este derecho de intervención directa a través de consultas populares, comisiones de control, etc, dificultadas además por la escasa o nula voluntad de los gobernantes de considerar o apoyar su gestión en decisiones populares, además de las dificultades propias de los procedimientos jurídicos y administrativos para poner en marcha este tipo de iniciativas.

(En los próximas semanas IVIA publicará la segunda y tercera parte sobre PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA DEMOCRACIA).